sábado, 21 de enero de 2012

VALORES VIEJOS Y NUEVOS

 EDUCAR EN VALORES
Educar en valores:
 Qué valores transmitir a nuestros alumnos.
 Aprender a apreciar en su justa medida los valores económicos, los valores estéticos, los culturales y los morales.
Practicas escolares que fomentan estos valores.
Cuadro de texto: CUESTIONARIO PREVIO
- ¿Quién crees que tiene una visión más universal: el político, el religioso o el artista? Explica en qué basas tu respuesta.
- Comenta esta frase: Dice Kant: "Si un ser dotado de razón y voluntad tuviera como fin especial su conservación, su bienestar, en una palabra, su felicidad, habría tomado mal sus medidas en coger a la razón como ejecutora de su intención.  Pues los actos en este sentido y reglas de conducta habrían sido mejor indicados por el instinto y lo hubiera logrado mejor.
1. Nociones
      La palabra valor sugiere:

- el valor de las cosas, sobre todo el precio en el mercado,
- el valor  como valentía o solvencia de una persona
- el valor de lo que nos acerca a los otros: nuestro arte, nuestras fiestas, nuestro equipo de fútbol...

 En general puede decirse que tiene valor todo aquello en lo que nos sentimos cómodos, desde unos zapatos hasta una fiesta de amigos. Aquello con lo que estamos a gusto y que, por tanto, suscita nuestro interés.

 valor económico, precio
 un traje, un coche, una casa,...,
 valores estéticos
oir música, contemplar un paisaje, ver el cine, o "ver los barcos venir"
 valores culturales.
aprender, viajar, el disfrute de conocer y saber...
 valores morales.
sintirse unido a los intereses de otros hombres, de todos los hombres, identificarnos con el sentir colectivo

2. El valor y los sentimientos
Hablar de valores es lo contrario de hablar del mundo y las cosas en forma objetiva, es hablar en forma interesada, apasionada.
            Hablar de valores es hablar de todo aquello que está negado, reprimido, distorsionado, de todo lo que no es y está pugnando por ser, de todo lo que trata de abrirse camino con pasión.
            Hablar de valores es hablar de un tipo de hombre que se vislumbra y trata de perfilarse en competencia con otros que le obstruyen el paso con iguales pretensiones de legitimidad.
            Hablar de valores es hablar de deseos de que todo lo que vive y crece llegue a ser plenamente, de espacios respirables en los que sea posible la libertad.
     En definitiva, valor es interés en su más amplio sentido, e interés es aquello   que nos saca de nosotros y nos interrelaciona con el mundo y con los hombres.


3. Valor y bien.
                                                                                 


VERDAD
 

                          BONDAD
 

                                        BELLEZA
 
 




El valor es la bodad de las cosas y las personas, todo aquello que atrae nuestra voluntad; en contraposicion a la verdad que seria lo que aparece a nuesro conocimiento.  La belleza sería aquello que se armoniza con lo que pensamos y queremos. [1]


    Si valor es todo aquello que nos atrae y nos seduce,                                                -         educar en valores es en principio hacer atractivo al alumno lo que hace,                               seducirlo con lo que hace                                                                                               
 - hacer que el niño se sienta a gusto no sólo ahora sino en todo el tramo de su vida.               
    Y sentirse bien supone lo que Aristóteles llama eudaimonia: ejercitar al máximo                     todas las capacidades; también  sintonía con el entorno natural y humano.

 
 

        Valor es todo aquello que da respuesta a las aspiraciones más elementales del hombre: supervivencia, reproducción y recreacion de la vida.
-          A la supervivencia proveemos mediante el trabajo                                        
-          A la reproducción mediante la relación hombre-mujer y las demás relaciones familiares, sociales y políticas que garantizan y amplían las posibilidades de esta relación elemental.
   

 4. El trabajo fuente de valor
        +  El trabajo es la actividad productiva que transforma el medio a nuestro aire, haciéndolo habitable, previsible, acumulando unos remanentes que nos permiten desentendernos en gran parte de las necesidades inmediatas, el trabajo es la fuente que genera los  valores económicos.
     El trabajo socializado actual es capaz de producir excedentes como para liberar a la sociedad entera de la servidumbre económica y permitirle crear nuevas formas de vida y recrearse con nueva cultura.
   +  Pero la organización social del trabajo trae consigo todo el lastre de las viejas sociedades esclavistas, militares, colonialistas;
-          sociedades de escasez  donde la autoafirmación de unos tiene que ser a costa de la negación de otros;
-          sólo unos pocos, sea por sus dotes de organización o por su mayor capacidad depredadora, pueden disfrutar de esa abundancia que permite el ocio y la libertad para crear y para recrearse en formas de vida diferentes.

      + Sin embargo la actual organización social del trabajo ha sufrido una serie de transformaciones en direccion de la interdependencia. Solo falta que la serpiente cambie de camisa:
- Se dan grandes excedentes de producción,  sociedad de abundancia.
            - Ya no son el trabajador material y el capital los agentes principales de la producción, sino que hoy asume el protagonismo un sujeto nuevo, hoy es patente que sin cooperación no hay producción, hoy nadie duda que el sujeto de la producción es todo el entramado social
            . Los resortes de la producción están en manos del colectivo de científicos y técnicos que manejan la automación y la informatización que a su vez dependen de la sociedad que los cultiva y mantiene. Puede decirse que se ha generalizado un nuevo sujeto de la producción que aúna saber y trabajo y se han uniformado las formas de producción conforme a estas exigencias.
            . La necesidad de mano de obra barata desplaza la producción al tercer mundo y con ella el mercado; los países periféricos pasan a formar parte de la economía mundo que ha generado la nueva forma de producción.  La economía punta crea sistemas de producción que se exportan a la periferia con lo que hoy tenemos un inmenso mercado unificado.
     Hoy  más que hablar de un tercer mundo en sentido geográfico tenemos que hablar de integrados y excluidos  tanto en las nuevas áreas como en las metrópolis.
            + ¿Hay crisis de valores económicos?
     Y la respuesta sería: Nunca  ha habido una época en que se haya generado una  masa de valores económicos tan ingente como  en la nuestra,  nunca ha habido mayor cantidad de bienes materiales, nunca ha habido mayores posibilidades de bienestar.
Entonces ¿dónde está la crisis?
            No es crisis de producción precisamente sino crisis de apropiación y distribución de esa producción.
            La crisis desde la perspectiva económica consiste en que
- han cambiado las formas de producción hacia una mayor interrelación, hacia una mayor unificación del trabajo material e intelectual, hacia una mayor cooperación y socialización que dan como resultado unos excedentes de producción infinitamente mayores
- y no han cambiado en absoluto las formas de apropiación y distribución de esos bienes, de esos valores creados.

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          La conciencia de esta interrelacion que no se refleja en redistriibucion es lo que constituye  un primer aspecto de la crisis. 
No es que nos falte amor al trabajo o competitividad; es la crisis del cambio de piel. Vivimos en una sociedad nueva que no acaba de quitarse la piel vieja.

          Educar en valores será pues, educar en la colaboración, la solidaridad y corresponsabilidad:
             - en el propio ámbito              . trabajos de grupo.
         -     en el entorno:
               conocer el medio: excursiones didácticas                     
                  conocer la actualidad social: Historia de la actualidad    

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5. La comunicación generadora de valor
          
 Ejercicio previo: Comentario al texto de Marx, Manuscritos: Economía y filosofía. Ed. Alianza 1974. Pág. 142. ( Apéndice VI).

            Un segundo camino por el que el hombre sale de sí mismo para reencontrarse y recrearse y que  constituye su máximo interés, lo que más valora, es, claro está, el encuentro con sus semejantes; desde la relación hombre-mujer, la más elemental, hasta las más generales formas de convivencia.
            + Las relaciones de pareja reflejan las de la sociedad y viceversa. Lo mismo en una que en otra es la comunicación la que hace la convivencia y la cooperación.
Cuando la comunicación falla o se da en una sola dirección aparecen las relaciones de poder y sumisión; sólo cuando hay comunicación y búsqueda conjunta de la verdad es posible la libertad, el más cotizado valor. 
 También aquí arrastramos unas estructuras sociales  marcadas por las viejas taras de noblezas a cobro revertido, de salvadores  altruistas que nos pasan factura por su generosidad, de privilegiados y meritócratas que se empeñan en ahorrarnos el pensamiento y la palabra. De nuevo la sociedad piramidal, pero ahora en vez de acaparar plusvalía económica acaparan lo que llama Juan Miguel Batalloso plusvalía política o si se quiere la información.

            La información es comunicación expropiada a sus agentes, sacada de sus contextos y  vaciada de su contenido humano. En unas estructuras jerárquicas no cabe la comunicación: el de arriba posee los secretos y el de abajo recibe la información. Sólo somos sujetos pasivos de la comunicación, o mejor de información.
            En estas sociedades jerárquicas el valor dominante es la autoridad; para ellos crisis de valores es crisis de autoridad. 
            Pero el principio de autoridad sólo sirve para la sociedad militar; ya hace mucho tiempo que las sociedades democráticas se montaron en base al principio de racionalidad.   


            6. La crisis

   ¿Crisis de valores?   
             Pero sin confundir.
             Nada de rearme moral en abstracto. Las soluciones morales sólo engendran sentimientos de culpa o tal vez autosatisfacción por la propia excelencia; pero dejan intactos los problemas.
Ante el sufrimiento o la injusticia no tiene sentido una conmoción que bloquee la reflexión y que sólo se resuelva en autoinculpaciones o condenas. Si nuestra moral  no corresponde a nuestra  práctica  o cambiamos de moral o de praxis.
            Entonces ¿realismo político  aceptando el orden racional existente, dar por suficiente el marco parlamentario para que se nos marque el ámbito de nuestras libertades?
            Ni la conmoción del alma piadosa inoperante o la del terrorista que reacciona individualmente ni el cinismo parlamentario son el camino hacia los nuevos valores. Atacan más que a las causas de la falta de libertad a sus efectos; suponen que los individuos aislados pueden resolver los problemas sea con las buenas intenciones, sea por la violencia o por el voto.

Nuestra crisis de valores es, de nuevo,  crisis de apropiación. La crisis está en que cada vez hay menos cosas, personas e instituciones con las que podamos identificarnos, a las que podamos considerar nuestras. Si sólo podemos identificarnos con nuestro equipo de fútbol o nuestros artistas favoritos es que nos han dejado sin todo lo demás. Está claro que unos son los que  generan  valores y otros son los que se  los apropian, en lo que pueden.  Y pueden sobre todo en todo aquello que logran hacer entrar en las cadenas del mercado.
     La crisis radica en que hay una parte de nosotros mismos que se nos va de las manos, que escapa a nuestro control.

      El mercado es una cosa muy importante para organizar la economía del mundo, para generar y distribuir los valores económicos; pero lo que no puede es invadir los demás campos de valores. Cuando lo que se vende es nuestra relación con las personas, nuestra cooperación y comunicación, nuestros lugares y tiempos de encuentro, nuestra actividad a tiempo pleno, nos dejan sin espacios en los que podamos reencontrarnos, sin posibilidades de ejercer de persona, confundidos con una mercancía más.                                                  Afortunadamente no todo es vendible.

     7. Caminos para afrontar la crisis en la sociedad.
                      
                         - reapropiarnos del fruto de la cooperación,
                         - conquistar espacios para la comunicación.

            Reivindicar la     cooperación significa reivindicar:

- bienes colectivos
   . un Estado de bienestar con sus prestaciones sociales que son un derecho y no un regalo;
   . un reparto del trabajo reduciendo horas, aún sabiendo la problemática que eso encierra.

- calidad de vida, reparto del disfrute:
   .un medio ambiente no contaminado que podamos disfrutarlo todos;
   .una desarticulación de la amenaza nuclear y la carrera de armamentos.        
   .unas formas de trabajo menos penosas y más tiempo libre.

            Reivindicar la     comunicación  significa

- más medios de comunicación   al servicio de la sociedad y no del capital o del   poder. Afortunadamente los hay.
- unos cauces de participación política   más conectados a la sociedad, más abiertos.
- mayores parcelas en la sociedad civil para el encuentro, para la libertad, para la fiesta, para el recreo, para la discusión ...
  La palabra es el poder de los sin poder.

            Hay un valor que escapa a las redes del mercado, que escapa a los predicadores del rearme moral y regeneradores de la vida política, pero imprescindible en la escuela, es  el humor, el sentido estético de la vida, no  el talante gruñón del perro atado, o de las personas que han crecido en la sujeción, sino el buen temperamento de quien convaleciente de las fiebres revolucionarias o dogmáticas mira tanto al pasado como al futuro con espíritu confiado.
   El humor no es la verdad, pero es la dinamita que nos abre camino.   
Hoy vivimos
- una nueva realidad social basada en la cooperación y la comunicación,
- con nuevos agentes sociales que unen trabajo material e intelectual,
somos un entramado de relaciones pero sufrimos crisis de comunicación, crisis de instituciones y partidos que logren canalizar las demandas de la nueva realidad.
   Educar en valores es educar en la comunicación, en la participación, en el diálogo razonado, en la empatía, ponerse en el punto de vista de los demás.                                                    à Exposicion y discusión en clase,  valoración por compañeros.                                       
     àValores estéticos: música, teatro, artes...                                àCreatividad: revista escolar, deportes, actividades extraescolares,              
  àDesarrollar cauces de participacion democratica.




[1] Similar a las gunas de los hindúes, las manifestaciones o apariencias de la materia (prakriti) que nos seducen: luz (pureza), sombra (pereza), mezcla (pasión). 

 

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