jueves, 22 de diciembre de 2011

FILOFICCIÓN




1. POLVO ERES

Aquel remolino de polvo galáctico se aburría eternamente dando vueltas y más vueltas por eones sin fin. Andaba por la mitad de su ciclo rutinario cuando observó que otro remolino de giros contrarios pasaba a su lado haciéndole guiños extraños.
- Qué tal andas de polvos - se insinuó.
- Yo tengo de todo - respondióle en el lenguaje gestual de los remolinos - desde los quarks charmed hasta las partículas de más alta frecuencia que te puedas imaginar.
- ¡Eres muy potente!
- Sí, tengo miles de revoluciones por segundo y en mi órbita hay materia que gira a velocidad similar a la luz.
- Pues yo últimamente ando mal de salud. Un enfriamiento me ha hecho perder un montón de cuantos y me salgo de órbita cada dos por tres.
- Eso os suele pasar a los levógiros, que andáis continuamente con vuestras ondorragias periódicas. En cambio, nosotros los destrógiros... mira, mira cómo vibro, qué longitud de ondas.
- Tampoco es para tanto, las he visto mayores.
- No vayas a creerte que te quiero impresionar.
- Yo no creo nada, soy pura materia y todo me da igual...

             Y hablando, hablando, aquellos incautos remolinos, un tanto inexpertos, cuando se vinieron a dar cuenta habían rebasado sus campos de fuerza sucediendo lo que tenía que suceder.
Al juntarse demasiado, campos de fuerza de signo contrario, como todo el mundo sabe, provocan una corriente de simpatía y atracción. Los chorros de partículas de giros opuestos se ensamblan como dos engranajes imbricados armónicamente mientras giran uno a favor y otro en contra de las agujas del reloj.
Era aquella una nueva experiencia para  estos remolinos tan primitivos. Estaban acostumbrados al choque con sus congéneres, los remolinos del mismo signo. Como ruedas de cuadrigas diferentes que se aproximan en veloz carrera y al rozarse saltan chispas de repulsa, como dos peonzas girando en la misma dirección que se entrechocan y salen despedidas, así habían sido los encuentros  con sus iguales. Siempre giros en la misma dirección producen fuerzas antagónicas.
Qué diferente ahora estos flujos convergentes y armónicos. Era apasionante aquel entrelazado de giros contrarios que acababan imbricando hasta los ejes a aquellos jóvenes torbellinos. Se abrazaban compenetrados sintiendo el placer de las corrientes de desplazamiento que producía el encuentro de sus diferentes ondas electromagnéticas.
Y fue tan cálido el abrazo y tan efusiva su explosión de júbilo que por unos momentos quedaron eclipsados los mismísimos ecos de la explosión inicial.
El resultado, oh maravilla, torrentes luminosos de fotones irradiando con luz propia sobre la radiación de fondo, masas condensadas en rotación arrastrando consigo el tejido espaciotemporal, o sea, los primeros remolinitos nacidos del primer inmenso polvo estelar.
La experiencia se dio tan bien que desde entonces no han cesado de repetirla  sus descendientes poblando el universo de nutridísima prole. Imagínate esos turbiones inmensos de partículas que colisionan, funden y se sueldan en cálido abrazo y luego saltan multiplicados en un sin fin de nuevos revoltijos.
Pero, ojo, que hay remolinos de la más diversa índole y catadura, desde fecundos y positivos cúmulos simpáticos y expansivos, hasta  misteriosos, absorbentes, devoradores agujeros negros. Evitar a éstos  y hacerse amigo de los primeros tiene todo el arte.
Tal vez fuera ésta la primera de las grandes catástrofes por las que ha ido pasando nuestro desvalido universo, el primer cambio radical de paradigma en los juegos a que se irá prestando esa dócil, voluble, juguetona materia, esa madre virgen preñada de posibilidades sin cuento que por descuidos del azar concebirá una y otra vez milagrosamente en su seno.

[ Permitámonos una disgresión que probablemente no se pudo hacer en aquella primera vorágine y podemos hacer hoy ya curados de espanto.
- Que digo yo, ¿cómo pudieron en aquel mundo azaroso aparecer seres que se repiten de forma constante?
- Buena pregunta, - me dijo el sabio Murray Gell-Mann - pero has de saber  que se daban las condiciones objetivas para ello.
- Y ¿cuáles son ellas?
-  Se daba la mezcla adecuada de regularidad y azar que permitía la aparición y desarrollo de los sistemas complejos adaptativos: Ni un azar excesivo que no dejara lugar a repeticiones constantes, ni una regularidad absoluta que no permitiera los cambios.
- Perfecto. Pero ese equilibrio ¿se dio por azar? - digo yo.
Murray se quedó medio adormilado y entonces a mí me vino la idea:
- Sí, todo fue fruto del azar. Pero un azar, como si dijéramos, intermitente; un azar ya achacoso que de cuando en cuando da una cabezada y se le escapa el control de la situación dejando paso a las regularidades. Estas regularidades, una vez instaladas en el seno del azar, son como moscas cojoneras que no hay forma de quitárselas de encima y repiten, repiten lo mismo sin cesar. Y al final son tantas las moscas que le comen la moral al azar y se instalan por todos los rincones del multiverso.
Fin de la disgresión, y volvemos a la objetividad del relato. ]

Tras eternidades de interminables vagabundeos por las noches locas del espacio intergaláctico, uno de aquellos remolinos disolutos se dispuso a sentar cabeza. Fue presa de la incertidumbre por un largo lapso de tiempo, pero, finalmente, aquel alocado aventurero, enemigo de los caminos trillados, se determinó por lo más complicado. Entre todas las bifurcaciones posibles fue seleccionando, por azar, eso sí, las que ofrecían mayores posibilidades. Y accidente tras accidente y después de múltiples tropezones, del remolino vino el cúmulo, del cúmulo las comunas de galaxias, de las galaxias los sistemas solares y en uno de esos sistemas solares, ya lejos de las condiciones iniciales, casualmente, un accidente cuántico dio lugar a una condensación de materia que formó la tierra.
Y, al cabo de estos diez mil últimos millones de años, el mundo dio un nuevo traspié y algunos bloques de materia escaparon a la protección purificante del calor sideral o del frío interplanetario y como resultado de este defecto fortuito de precauciones profilácticas surgieron las primeras complicaciones, los primeros fermentos, los primeros sistemas complejos adaptativos y, en definitiva, surgió la vida en el oscuro e insignificante planeta tierra.
De aquellos polvos vinieron estos lodos.

martes, 20 de diciembre de 2011

FILOSOFÍA PRÁCTICA ,TEMA 3 MARX





TEMA 3. MARX, (1818 – 1883)  
MATERIALISMO, PRAXIS, ALIENACIÓN

1. SITUACIÓN DESDE LA QUE FILOSOFA

La realidad política en el S. XIX se caracteriza por una primera mitad en que predominan las revoluciones burguesas y una segunda en que se suman el expansionismo colonialista de las potencias avanzadas en el exterior y las revoluciones obreras en el interior.
- La clase burguesa consigue unos logros sociales indiscutibles:             
. Organización de la producción: paso de una producción artesanal a una industrial.             
. Desarrollo de la ciencia aplicada a la producción: la técnica.            
. Organización de la vida política: democracias formales, división de poderes, derechos humanos.
- No obstante introduce en la sociedad una dinámica de insolidaridad sin salida:             
. una producción pensada desde el capital, sobre las bases del afán de lucro y la acumulación,             
. olvidada de las condiciones humanas que la hacen posible: situación de explotación que aliena a una gran mayoría de la humanidad             
. generadora de unas apetencias tanto materiales como espirituales que un sistema consumista es incapaz de satisfacer.

Todo esto da lugar a una "mala conciencia" y frustración que se refleja en los mejores pensadores de la época.


2. EL MATERIALISMO DE MARX

a. El materialismo histórico.
A la base de esta concepción del mundo está la experiencia del joven Marx.
A los 24 años (1842) es colaborador y luego redactor de una revista liberal: La gaceta del Rin, que será suprimida por la autoridad prusiana al año siguiente. El idealismo del joven Marx encuentra el primer choque con la realidad. La idea de que el Estado representaba razón según enseñaba el idealista Hegel no parece estar muy de acuerdo con la experiencia que vive Marx.
Experiencias sucesivas de la vida política llevan a Marx a colocarse desde el punto de vista de los oprimidos, a pensar desde la perspectiva del proletariado. Esta nueva  perspectiva le hará repensar sus anteriores  convicciones idealistas y tantear posturas acordes con el grupo humano desde el que piensa.
"En ayuda de Marx vino, en aquél momento, la obra de Feuerbach, recién aparecida” (l.843).
De él toma dos ideas claves:
. No es Dios el que crea al hombre, sino éste es el que crea a Dios.
. La naturaleza está antes que el espíritu, lo material antes que el pensamiento.

Pero enseguida advertirá que el hombre de Feuerbach  es algo de otro mundo que no tiene en cuenta la importancia del trabajo. Lo mismo que su idea de naturaleza es vista como algo muerto sin entender sus continuos cambios.

Marx reconoce el mérito del idealista Hegel de haber sido el primero que vio la importancia del trabajo y entendió que el hombre es producto de su trabajo. 

Marx distingue:
- Hay un materialismo vulgar: que reduce todo a átomos y moléculas que dan origen a todas las cosas. Reduce la Historia a simples procesos  biológicos, éstos se basan en cambios químicos y en el fondo todo quedaría en movimientos de esos átomos. Así las guerras serían movimientos musculares, procesos bioquímicos, danza de átomos.
- Pero Marx defiende un materialismo histórico: considera que en los cambios que experimentamos a través de los tiempos  no importan tanto los átomos y las moléculas o las ideologías como  esa realidad viva que está en el fondo: "el hombre trabajador".
Admitiendo átomos y biología en la base de toda organización, considera que es el  hombre trabajador la auténtica base de los cambios históricos, sus formas de asociarse para satisfacer sus necesidades y relacionarse con la naturaleza son las que explican los procesos: Es una base material, más que los procesos invisibles de los átomos.  El trabajo es el punto en que se encuentran el hombre con el hombre y el hombre con la naturaleza.
 “El materialismo adopta el punto de vista de la humanidad socializada por el trabajo: mientras las relaciones sociales estén desgarradas y  divididas el hombre estará proyectado fuera de sí, desgarrado. No basta criticar la religión,  hay que echar abajo todas las relaciones humana en que el hombre es un ser humillado, esclavizado, un ser abandonado, un ser despreciable". (Ver Bloch, El principio esperanza, pág.  260).

b) Algunos conceptos claves del materialismo histórico.

- Producción  es la forma en que los hombres proveen conjuntamente a su subsistencia. Constituye, no sólo la diferencia esencial entre el hombre y el animal, sino también la explicación última de los procesos históricos.
Las  fuerzas productivas (fuerza de trabajo humana e instrumentos de trabajo).
Las  relaciones de producción  dependen del lugar que se ocupa en la división del trabajo y apropiación del beneficio. Y esto da lugar a los distintos modos de producción: de explotación  o de colaboración.

- Estructura conjunto de cosas interrelacionadas.
. La  infraestructura  es la base real de la sociedad y se define por las relaciones entre los propietarios de los medios de producción y los trabajadores.
. La  superestructura  viene constituida por las distintas formas de la conciencia social. Fundamentalmente por lo jurídico-político y lo ideológico.
La infraestructura es la que determina en última instancia a las superestructuras. Es siempre la estructura determinante pero no siempre la dominante: en Grecia dominaba la estructura política, en la Edad Media la ideológica, hoy la económica. Pero siempre las relaciones de producción han estado a la base.

- Clases sociales son grupos sociales antagónicos, uno de los cuales se apropia del trabajo del otro, a causa del lugar diferente que ocupan en la estructura económica de un modo de producción determinado. La forma en que se relacionan con los medios de producción determina ese lugar. En la sociedad capitalista hay una clase que posee los medios de producción y otra que, al no poseerlos, debe trabajar  para la primera si quiere acceder a los medios de su subsistencia.
La lucha de clases es el enfrentamiento de clases antagónicas por sus intereses. Se da tanto a nivel económico (mejoras salariales) como ideológico y político.
La sociedad sin clases es el ideal de la sociedad marxista. Pero antes habrá de pasar por esta lucha que imponga la dictadura del proletariado y finalmente la supresión de éste como clase.

Serán las clases sociales los sujetos que con sus antagonismos irán haciendo la historia. Y en particular será la clase obrera, la clase que ve la realidad desde un total despojamiento, la que encarne con pleno derecho los ideales emancipatorios de la humanidad.


3. ALIENACIÓN (Ver: MARX, Manuscritos. MARCUSE, Razón y revolución)

Alienación significa proyección al exterior de algo que se lleva dentro, así el artesano se proyecta o enajena en su obra.   
La alienación para Marx tiene un carácter negativo, consiste en verse privado no sólo de tu propia obra sino también de tu propio pensamiento.

Así lo dice la copla:

Pero soltarme las manos
pero qué habré jecho yo
quitarme el pan que yo gano
y quitarme la razón.

 Pero mientras Feuerbach sólo se fija en la alienación religiosa, extrañamiento del hombre en un más allá que le impide realizarse aquí abajo; [1]
Marx considera que se da una alienación económica que es la que hace que la exteriorización se vuelva contra el hombre.  El trabajo está alienado, el hombre no se reconoce en su propio producto y su labor se convierte en una fuerza enemiga.
             
a) Relación obrero-producto:
    + Cuanto más trabaja el obrero, más poder adquiere el capital y menos medios tiene el obrero para apropiarse de su producto
    + El trabajo es víctima del poder que él mismo genera.
    + El producto es una entidad ajena, una fuerza que se ha hecho independiente de su productor y se vuelve contra él esclavizándolo.

b) Relación obrero-actividad.
    + El obrero, alienado de su producto, es alienado de sí mismo.
    + El trabajo que debería ser medio de autorrealización del hombre,     de desarrollo pleno de sus potencialidades; en su forma actual es medio de autonegación, contradice la esencia del hombre, mortifica el cuerpo y arruina el espíritu.
    + El obrero se siente consigo cuando no trabaja y separado de sí cuando trabaja. Se siente libre en sus funciones animales: comer, beber, procrear... Es como un animal en su función más humana: en el trabajo.

c) El resultado de la alienación es el deterioro de las relaciones humanas.
    + La separación entre el trabajo y su objeto lleva consigo la separación del hombre con el hombre: los hombres aislados y enfrentados entre sí se relacionan a través de los bienes que intercambian y no a través de sus personas.
    + Sólo cuentan las cosas en la sociedad capitalista, hay un culto a la mercancía: no se dan relaciones personales entre hombres sino relaciones objetivas entre cosas; esto hace que se presenten las relaciones sociales como relaciones objetivas sin contenido humano desconectadas de su origen y sin posibilidad de plantear su modificación.

4. LA PRÁCTICA Y LA TEORÍA.

Práctica, en general, significa toda actividad distinta del conocimiento; en oposición a 
Teoría que significa conocimiento puro, mera consideración contemplativa.

Marx dice “Hasta ahora los filósofos se han limitado a contemplar el mundo, de lo que se trata es de transformarlo”
Lo primero que se supone es que el mundo puede ser transformado y que no está ya acabado tal como está.
En una visión dinámica el mundo está cargado de posibilidades gracias al hombre y su capacidad de percibir límites y superarlos, de transformarse en el trabajo. Sólo en esta visión tiene sentido la praxis entendida como actividad humana que busca los medios adecuados hacia el ideal que el hombre se propone.

Marx asume la perspectiva del que se siente parte activa en los cambios, del que se siente artífice en las transformaciones sociales e históricas, del hombre trabajador y del revolucionario. Sólo se conoce lo que de alguna manera se transforma.

En Marx teoría y praxis están en constante reciprocidad: la praxis presupone teoría y alumbra la teoría nueva que necesita para seguir.
El pensamiento cobra valor cuanto orientado a la praxis; la praxis cobra valor cuanto criterio último de verdad de la teoría. Pues el pensamiento sin sentimiento cae en la teoría abstracta y el sentimiento sin pensamiento cae en el misticismo (Tesis 8).  
"El sentimiento del amor que no está él mismo iluminado por el conocimiento cierra precisamente el paso a la acción de ayuda para la que querría ponerse en marcha; se satura harto fácilmente de su propia excelencia, se convierte en la vaporosidad de una nueva autoconciencia aparentemente activa"
La praxis, tanto la técnica como la política, se considera, como testimonio de que la teoría es concreta, o sea, funciona.

El fallo de Marx, según Habermas, es haber reducido sus análisis sociales y su sentido de la praxis a los aspectos económicos dejando de lado otros aspectos de la persona, así la práctica comunicativa o del diálogo, que abarca todos los campos de la realidad: nuestras  relaciones con las cosas y con los otros y con las normas que acordamos de forma conjunta.
Habermas propone tomar como práctica social clave de la solidaridad la que se establece en la intercomunicación: "la relación intersubjetiva de individuos que se reconocen recíprocamente".


5. LA RELACIÓN HOMBRE - MUJER

Nos limitamos a citar un párrafo de su obra Manuscritos: Economía y filosofía. Ed. Alianza  1974. Págs. 140-142.

“La relación inmediata, natural y necesaria del hombre con el hombre, es la relación del hombre con la mujer.
En esta relación natural de los géneros, la relación del hombre con la naturaleza es inmediatamente su relación con el hombre, del mismo modo que la relación con el hombre es inmediatamente su relación con la naturaleza, su propia determinación natural.
En esta relación se evidencia, pues, de manera sensible, reducida a un hecho visible, en qué medida la esencia humana se ha convertido para el hombre en naturaleza o en qué medida la naturaleza se ha convertido en esencia humana del hombre.
Con esta relación se puede juzgar el grado de cultura del hombre en su totalidad. Del carácter de esta relación se deduce la medida en que el hombre se ha convertido en ser genérico, en hombre, y se ha comprendido como tal; la relación del hombre con la mujer es la relación más natural del hombre con el hombre. En ella se muestra en qué medida la conducta natural del hombre se ha hecho humana o en qué medida su naturaleza humana se ha hecho para él naturaleza.”

Podría decirse que para Marx la forma de relacionarse el hombre y la mujer es la mejor medida de la cultura de un pueblo.


[1] El ateísmo clásico (Feuerbach) creía que con la muerte de dios se liberaba al hombre, al reapropiarse su esencia alienada en el ídolo de lo divino. Pero el ateísmo contemporáneo (Nietzsche) piensa que con la muerte de dios no hay reapropiación: negar a dios no supone afirmar al hombre: ni uno ni otro, ningún fundamento

lunes, 19 de diciembre de 2011

FILOSOFÍA PRÁCTICA , TEMA 2. NIETZSCHE Y LA POSMODERNIDAD



TEMA 2 NIETZSCHE Y LA POSTMODERNIDAD

Nietzsche (1844-1900) pensador alemán, aunque a veces bromea que su nombre es de origen polaco.
Estudia filología clásica y ejerce en la universidad suiza de Basilea; allí conoce a Wagner al que le une una gran amistad luego rota.
 En 1879, por razones de salud pero también insatisfecho con la filología, deja la enseñanza e inicia su peregrinación por pensiones de Suiza, Italia y sur de Francia. En esta época conoce a Lou Salomé, que luego sería musa de Rilke y de Freud, su amor frustrado.

1.     APOLO Y DIONISO:
a.     Instinto y cultura.
    Nietzsche significa en su época un tanteo en otra dirección de la cultura y las formas de vivir.
   Desde su primera obra advierte que, semejantes a los sexos que perpetúan la vida en medio de constantes luchas y aproximaciones,  existen      dos   fuerzas   en   la naturaleza  que con sus conflictos y  encuentros van generando la peculiar forma de vida de los seres humanos: “la evolución progresiva del arte es resultado del    espíritu de Apolo    y del    espíritu dionisíaco   ... del    ensueño   y de la   embriaguez... "               - de las facultades creadoras de formas, de ideas, la conciencia de nuestra individualidad como algo permanente... y
   - de la ruptura de esas formas y el disolverse del individuo mismo por obra del éxtasis o la embriaguez...
"Bajo el encanto de la magia dionisíaca no sólo se renueva la alianza del hombre con el hombre: la naturaleza enajenada, enemiga o sometida, celebra también su reconciliación con su hijo pródigo, el hombre."   [1] 
   Estas dos fuerzas aparecen sabiamente acopladas en la tragedia griega y en eso estriba su  arte.  Sólo  Heráclito, considera Nietzsche, mantiene ese saber trágico que es la verdadera filosofía, saber en que dialogan Apolo y Dioniso, lo individual y la totalidad.
   Pero, desde que Eurípides tiende a eliminar de la tragedia el elemento dionisíaco en favor de los elementos morales e intelectualistas, ésta comienza a transformarse en superficialidad y palabrería.
Con la aparición de Sócrates en la escena griega con su presunción de comprender y dominar la vida con la razón, está en marcha la decadencia. Sócrates fue una equivocación. Con su opción por Apolo contra Dioniso, por la representación y el ensueño frente al goce dionisíaco de vivir sin prejuicios ni límites, se introduce en el pensamiento occidental la visión teórica del hombre, la interpretación intelectualista que cree ciegamente en las construcciones del lenguaje que genera una dialéctica vacía y lleva a  la decadencia de la cultura occidental. Sócrates y Platón son el síntoma de la decadencia griega. La dialéctica - dirá Nietzsche - sólo puede ser el recurso extremo para quien no tiene otras armas.
b. Apuesta por Dioniso   
    El núcleo de la filosofía nietzscheana está en la denuncia de esta decadencia analizando sus causas y planteando sus remedios:
   - Se opone a lo que él llama     "espíritu de pesantez" ,  a  las  filosofías idealistas que consideran el pensamiento como venido de otro mundo al hombre, como revelación divina, como una facultad que tuviera el hombre de hundir sus raíces en un mundo distinto del que descubren los sentidos. "Ponen - afirma - su centro de gravedad en el mundo de las ideas, el más allá salvador". Es el elemento apolíneo: luminoso, sereno, individualizador, que ha tomado la exclusiva.  Pero la realidad es movimiento  y no puede ser atrapada en ideas.
   - Afirma, en cambio, el   "espíritu de la danza" ,  dionisíaco, que exalta la sensibilidad y sus vibraciones como lo más genuino que tiene la vida, exalta lo oscuro, desbordante y unificador frente a las construcciones ideales y las instituciones anquilosadas que encorsetan la vida.
 "La razón - afirma - se opone al instinto. La razón a toda costa es una peligrosa potencia, una potencia enemiga de la vida".
"Yo he sido el primero que ha sabido ver la verdadera antítesis. El instinto que degenera , que se rebela contra la vida con un odio subterráneo - cristianismo, filosofía de Schopenhauer, parte de la filosofía de Platón, el idealismo, en fin, son las fórmulas típicas de ello - y  la  afirmación superior, nacida  de  la plenitud  y  la abundancia, una aprobación absoluta y sin restricciones, incluso del sufrimiento, de la falta, de todo lo que la existencia tiene de problemático y extraño". [2] 

    2. LA VOLUNTAD DE PODER

   ¿Qué sentido dar a nuestra vida?, he ahí el principal problema que se plantea la filosofía de Nietzsche
   ¿Nos viene de arriba a través de leyes divinas escritas en la naturaleza?
   O ¿viene dado por la voluntad del hombre?
   - El bien y el mal - responde Nietzsche - fueron creados por los hombres. Los valores los puso el hombre en las cosas para conservarse, él dio un sentido humano a las cosas. En el fondo de todo está la voluntad de poder, y todas las formas de pensar no son más que instrumentos de esa voluntad de poder.
   "Todo acontecer en el mundo orgánico es un subyugar, un enseñorearse, y, a su vez, todo subyugar y enseñorearse es un reinterpretar, un reajustar,... el sentido anterior y la finalidad anterior tienen que quedar oscurecidos". "Pero todas las finalidades, todas las utilidades son sólo indicios de que una voluntad de poder se ha enseñoreado de algo menos poderoso y ha impuesto en ello, partiendo de sí misma, el sentido de una función".  [3]
   Sin embargo es difícil precisar a lo largo de la obra de Nietzsche el concepto exacto de voluntad de poder. Sus descripciones van desde un sentido puramente naturalista a un sentido más de tipo cultural.
   Así, por ejemplo, dice en    Más allá del bien y del mal    ( l. c. pg. 220): "La casta aristocrática ha sido siempre al comienzo la casta de los bárbaros - hombres de presa, poseedores todavía de fuerza de voluntad y apetitos de poder intactos - : su preponderancia no residía ante todo en la fuerza física sino en la  psíquica  - eran hombres  más enteros  ( lo  cual significa también, en todos los niveles, "bestias más enteras" )-".
   Y más adelante, pg. 240:  "La jerarquía casi viene determinada por el grado de profundidad a que los hombres pueden llegar en su sufrimiento...       El   sufrimiento profundo vuelve aristócratas a los hombres, separa”Aunque su  "valentía de gusto" les hace  "tomarse el sufrimiento a la ligera",  siempre en guardia contra todo lo triste y profundo. "No es codiciar ni siquiera tomar sino   crear y dar " .   [4]
   Sea como fuere, Nietzsche entiende que lo importante del mundo, la realidad primordial es "voluntad de poder", pero no es menos cierto que esa  voluntad de poder no tiene nada que ver con "la simple fuerza bruta", que pudieron entender los nazi, sino que la entiende como "la fuerza de la vida...  del fuerte en cuerpo, mente y espíritu".  [5]

3. EL SUPERHOMBRE.
   Resulta difícil perfilar lo que Nietzsche entiende por    superhombre:
- Según Max Scheler su modelo de hombre es el  "homo faber" , en oposición al  "homo sapiens " de los griegos e idealistas, y aquél no tiene ninguna facultad racional específica. Entre el hombre y el animal sólo hay diferencia de grados. El espíritu o la razón no es más que prolongación de la inteligencia técnica, presente en el chimpancé, consistente en una capacidad de adaptarse activamente y sin tanteos a situaciones nuevas por medio de una anticipación de las estructuras objetivas del medio.  [6]
   - Los rasgos positivos que Nietzsche atribuye al hombre superior coinciden con los del aristócrata:    el que se exige a sí mismo más deberes que nadie;     sus virtudes son el valor,  la lucidez,  la simpatía y la soledad.
Lo describe así: "El hombre que puede sostener una causa, cumplir una decisión, guardar fidelidad a un pensamiento, retener a una mujer, castigar a un temerario, que tiene su cólera y su espada, y al cual los débiles, los oprimidos, también los animales se allegan con gusto y le pertenecen `por naturaleza... es por naturaleza un señor.     [7]
El ideal del hombre nietzscheano  - dice Vattimo  -  [8]   rechaza  toda  idea    de retorno a lo que era en sus orígenes. Eso supone la visión platónica y metafísica de que todo está ya dado en los orígenes.
Pero, al desaparecer el significado del origen, "la realidad más próxima, lo que está alrededor de nosotros y dentro de nosotros, comienz9oooooooia poco a poco a mostrar colores y bellezas, enigmas y riquezas de significados... cosas en las que la  humanidad más antigua ni siquiera soñaba." (Aurora. & 44).     El  pensamiento  orientado  a  lo próximo    constituye lo que Nietzsche llama     "la filosofía de la mañana".   Y vive esta filosofía, el que, convaleciente de la fiebre metafísica del pasado, goza de buen temperamento y no tiene nada  "del tono regañón y gruñón: las notas características de los perros y de los hombres envejecidos en la sujeción". (Humano demasiado humano. & 34).





LOS MAESTROS DE LA SOSPECHA.

Así llamados por ser los primeros que hacen levantar sospechas sobre la pretendida autosuficiencia de la racionalidad que defienden racionalistas e ilustrados.
Han sido los más críticos con la idea de que es la razón la principal guía de los hombres en su conducta personal o en su quehacer colectivo; han señalado que en el complejo proceso que da lugar a las acciones humanas hay siempre factores que las determinan al margen de la razón y del control de la conciencia.
No son propiamente postmodernos pero sientan las bases de lo que llamamos postmodernidad.

           Para Freud hay todo un mundo subconsciente e irracional que burla de distintas maneras nuestra razón y determina nuestros actos. Todas las tendencias en el hombre se reducen a instinto sexual transformado o sublimado. Todos nuestros esfuerzos en el trabajo, en las relaciones humanas, en el arte... no son más que medios o formas disfrazadas de satisfacer nuestra libido o apetencia sexual.
Ver también: ello, yo, superyó.  

     Marx considera que la racionalidad dominante no es más que la ideología con que la clase burguesa oculta sus intereses económicos y los disfraza de intereses generales ante la clase obrera para lograr su dominación.  Son las necesidades de subsistencia, la economía, lo que mueve tanto al individuo como a las colectividades. La forma de distribución y apropiación de los medios de subsistencia determina todos los comportamientos del hombre en sociedad y su pensamiento.
Ver: alienación, práctica y teoría, materialismo histórico.



         Nietzsche es quien da pasos más decididos en esta dirección.  Por lo que toca a sus sospechas contra la razón ilustrada, afirma que ésta ha olvidado sus orígenes y que es el afán de poder la fuerza impulsora de todo lo que lleva a cabo el hombre. En su obra Humano demasiado humano  considera que aún en las conductas que aparecen como más sublimes o desinteresadas, como puede ser el caso de los ascetas o los místicos, hay un trasfondo demasiado humano como es el afán de atraer la admiración sobre sí mismos, subvertir el orden que mantiene a los que detentan el poder e imponer el poder propio.             
Ver: superhombre, espíritu de la danza.




[1]El espíritu de la tragedia. Ed. Teorema, pgs. 482-487.
[2]Ecce Homo. Ed. Teorema. Pgs. 166-167. Sobre lo dionisíaco y lo apolíneo ver pags. siguientes.
[3]Genealogía de la moral. Ed. Alianza 1983, pg. 88.
[4]V. Zaratustra, III, De los tres males. Ver comentario en Deleuze, "Spinoza,Kant y Nietzsche". Ed. Labor, pg. 217.
[5]Nietzsche, "Mi hermana y yo". Ed. Teorema 1985. Vol. I, pg.309.
[6]L´homme et l´histoire. Ed. Montaigne. París 1955. Pgs. 40  y ss.
[7]Más allá del bien y del mal. Ed. Alianza, pgs. 229 y ss y 250.
[8]Al di là del soggetto. Ed. Feltrinelli, pg. 17  y El fin de la modernidad. Ed. Gedisa 1986, pgs. 41, 55 y 149.