lunes, 10 de febrero de 2020

VUELTA AL MUNDO DE MAGALLANES


EL MUNDO REVUELTO: LO QUE PASÓ A MITAD DE LAVUELTA

 (Numerito festivo para el FORO DE COMUNICACIÓN Y DEBATE de Camas)

- Grumete: Tierra a la vista… por fin… Soy el grumete de Magallanes. Qué viaje más largo. 

A mi capitán se lo han cargado los nativos en la isla que hemos dejado atrás. Qué gente más salvajes. Pero ya antes los motines entre nosotros nos tenían asustados. Un frío, congelados, los restos de comida medio podridos, incluso roídos por las ratas… Ay lo que yo me acordaba de mi Triana. 

 Claro Magallanes en la isla de Mactán se queda prendado del oro que llevan el jefe de la tribu y su corte. Quiere un pacto pero al no hacerle caso invade la isla con los cuatro gatos que quedábamos, así es que se lo cargan y tuvimos que salir pitando. 

Y aquí seguimos con El Cano de capitán por fin la Isla de las Especies en que nos encontramos. 

 ¿Pero quién es este personaje? Es un santón, tiene toda la pinta. Un santón hindú. 

 Tú hindú y yo andalú pues nos entenderemos. - Salú, quién eres tú? 

Santón. - Y tú…? 

G. Yo un superviviente que ha llegado a estos sitios sin saber que esto estaba tan lejos, ofú. 

S. Nada de lejos esto está donde tiene que estar. Los que estáis lejos sois vosotros. 

G. Bueno, bueno, no se ponga usted así. 

 S. Y qué andáis buscando por aquí, no tenéis bastante allí?

 G Pues se ve que no, allí nos falta de tó, especias en especial, ya sabe usté: azafranes, pimienta, azúcar, canela y clavo… To lo que hace falta pa un buen guiso y un puchero. 

S. Ahhh, gente insaciable, nada desees y serás feliz. 

G. Pues mire yo por ahora soy feliz con este mendrugo de pan duro. 

S. A pan duro resignación. 

G. No, no. A pan duro, diente agudo. Eso dicen en mi pueblo. 

S. Pues aquí nosotros decimos otra cosa: todo lo tuyo va contigo y no hay que andar buscando tan lejos. 

G. O sea, que tó es pa na. 

 S. Pues sí, si no empiezas por ser dueño de ti mismo. 

G. Sí, pero claro: Barriguita llena alaba a dios. 

S. ¿Y no te basta con un puñadito de arroz? 

G. Yo quiero comerme el mundo entero. 

S. Es de ignorantes buscar fuera lo que hay dentro de nosotros. 

G. ¿Dentro de mí? Si lo único que tengo es un saco hueso, mi arma. 

S. Somos una nota musical en la armonía de las esferas. 

G. Eso si que no lo entiendo, soy analfabeto. 

S. Lo dice el sabio Zhuangzi: Como los diversos seres vivos y no vivos y los astros que nos rodean, cada hombre y cada criatura tiene su música particular. 

G Anda hombre ¿También los no vivos? Anda que Magallanes está tocando la flauta…Está más muerto que Carracuca. Y eso como es. 

S. Mira andalú, hay toda clase de seres, lentos, astutos, reservados, medrosos, iracundos, seductores, orgullosos… y sus contrarios. Cada uno lleva su música, son resonancias diferentes, como una orquesta, lo importante es sentirse uno con el todo. 

G. ¿Sabe usted lo que le digo? Cada vez se parece más al cura de Triana, una cosa es predicar y otra dar trigo o arroz. A propósito: ¿Le ha sobrao algo en el cuenco? Es que estoy muerto de hambre. 

 S. ¿Sí? Pues si es eso… Siéntate aquí a mi vera, y vamos a meditar; verás cómo se te quita el hambre. (Se sientan juntos en actitud contemplativa) 

S. Haz lo que hago yo. El troco erguido, el cuello y la cabeza rectos y los ojos fijos en la punta la nariz. Piensa: no tengo brazos, no tengo pies, no tengo cuerpo, soy uno con el todo. 

(Aparte: G. Lo que me faltaba, quedarme sin mi cuerpecito serrano) 

S. Y en postura flor de loto pronunciamos el ¡Omm… de la música astral. 

S y G. Ommmmmmm… (Se levantan) 

S. Qué ¿Se te ha pasado? 

G. ¡Qué va! 

S. Pues vámonos al bar de la esquina y allí seguimos la lección. 

G. Eso me parece del 10, maestro hindú.