domingo, 31 de diciembre de 2017

SOLSTICIO DE INVIERNO 2017

LA PRINCESA MING-CHU
Y SU SIRVIENTE AKENANTON.

                      Solsticio de invierno, despedida del año 2017. 


- Princesa: Hola amigos, soy la princesa Ming Chu que como ya me conocéis no paro de tener problemas.
Tengo en mi palacio toda clase de lujos, perfumes de Arabia, sedas de Cachemira, exquisitos manjares de tierras templadas del sur, carrozas tiradas por  caballos  alazanes, exóticos jardines donde disfrutar del arrullo de la tórtola o el trino del ruiseñor. Y además tengo un marido que no me puedo quejar.
Pero siempre me pregunto, qué hacer con ese afán que hay en mí de dar el cariño que me sobra, de llenar el vacío que hay en mi corazón que no lo llena nada de esto.
Oh aquí viene mi fiel sirviente Akenanton, tal vez el tenga la solución.
- Akenanton: Oh princesa he escuchado tus quejas y lo primero que se me ocurre es que has dado ya un gran  paso al entrar en tu interior y encontrar ese mundo que te falta. Qué bien lo dijo el sabio oriental: “Quien conoce su ignorancia revela la más profunda sabiduría, Quien ignora su ignorancia vive en la más profunda ilusión”.
P. Qué hacer pues con ese fuego que me devora.
A. Siempre hay encefalogramas planos, que ni se lo plantean, quienes buscan objetos fantásticos o sofisticados y quienes van al médico en busca de pastillas.
P. ¿Pero no bastan  los amigos, la fama, la posición social?
A. También hay quien recurre a la magia, la droga, o saludables alucinaciones.
P. Pero yo no quiero nada provisional, relativo; quiero algo estable, permanente, algo que llene mi vida más allá de esos bienes y afectos pasajeros
……………….
- Ella (Dirigiéndose al público): - La verdad es que estoy confundida, no sé muy bien quién sirve a quien. Paréceme que es él el señor y soy yo la servidora.
- Él (También aparte): - Qué complicadas son las princesas, saben bien que son ellas las que tienen siempre la sartén por el mango.  
………
A.  - Bueno, bueno. El problema está en saber qué hacer con ese torrente de vida que llevamos dentro, cómo darles salida de forma adecuada sin dejarlo morir en la inactividad o sin que nos haga daño.
P. - Pues sí, pero por donde está la salida y a dónde dirigir nuestros sueños.
A. - Las salidas son las manos por medio del trabajo, la boca por la palabra, y toda la sensibilidad por medio del intercambio amoroso.
 P. - Lo de la palabra se entiende, hablar es una delicia, y el intercambio amoroso no digamos, Ahora el trabajo, ¿puedes explicar eso  del trabajo?
A. - Es la práctica la que nos va diciendo por dónde caminar sin perdernos persiguiendo sueños.
P. - Pero sin sueños sin ideales no somos nadie.
A. - Sí, sí, pero de nada sirve llenarse la cabeza de ideas. Siempre hay que ponerle patas a las ideas.
P. – Y cómo puedo yo hacer eso. Si me encuentro tantas ideas como cabezas.
A. Naturalmente no todas las cabezas son iguales. Hay cabezas bien amuebladas y cabezas en barbecho.
P. – Bueno, Akenantón, Y qué me dices de los afectos y sentimientos que me invaden.
A. – Ay Princesa, no me hagas esas preguntas…, es este el mayor problema. Aquí entran juego la cabeza y el corazón.
P. – Oh Akenanton, tengo una corazonada.
A. ¿Cuál Princesa?
P. ¿Hay algún lugar en el mundo donde una pueda compartir ideas y sentimientos?
A. Como bien sabes Princesa yo pertenezco a una asociación…
P. – Oh sabio Akenanton, ¿Y las princesas podemos pertenecer a ella?
A. Por supuesto.
P. Entonces  ya lo tengo, me apunto a tu asociación.
A. Muy sabia decisión.
               
                      FIN 

          María Chups y Antonio Durán para FOCODE de Camas