III.
MARX, CAMBIO DE PERSPECTIVA, PENSAR DESDE SITUACIÓN
MARX, (1818 – 1883)
a
Es el gran olvidado,
al parecer sólo algunos radicales y yihadistas lo leen. De los tres maestros de
la sospecha fue el que cayó con más celeridad, su doctrina se convierte en una
utopía social realizada que cae, y ya se
sabe del árbol caído...
Pero no hay que
desechar un pensamiento en bloque.
1. SITUACIÓN DESDE LA QUE FILOSOFA
La realidad política en el S. XIX se
caracteriza por una primera mitad en que predominan las revoluciones burguesas
y una segunda en que se suman el expansionismo colonialista de las potencias
avanzadas en el exterior y las revoluciones obreras en el interior.
Ya hemos hablado en el tema
introductorio de la situación social a
fines del S. XIX; a pesar de los grandes
adelantos en el campo de la ciencia, la industria y la técnica, en la
organización política y social, se ha creado una dinámica de insolidaridad sin
salida: una producción pensada desde el capital, sobre las bases del afán
de lucro y la acumulación, olvidada de las condiciones humanas que la
hacen posible: situación de explotación que aliena a una gran mayoría de la
humanidad. Y todo ello basado en un
sistema consumista que es incapaz de satisfacer.
Es lo que Sloterdijk llama
ecología del dolor cuya necesidad de equilibrio dará lugar a las revoluciones proletaria [1],
feminista, y demás movimientos de todo tipo (anarquismo, fascismo,
antisemitismo…)
Como ya vimos similar a la ecología del
dolor está la termodinámica de la ilusión: “principio de conservación de
la energía creadora de ilusiones”. Se derrumban ídolos pero permanece la fuerza
que los crea. En esta dinámica entra la propuesta de Marx.
2. EL MATERIALISMO DE MARX
a. El materialismo histórico.
A la base de esta concepción del
mundo está la experiencia del joven Marx.
A los 24 años (1842) es colaborador
y luego redactor de una revista liberal: La gaceta del Rin, que
será suprimida por la autoridad prusiana al año siguiente. El idealismo del
joven Marx encuentra el primer choque con la realidad. La idea de que el Estado
representaba razón según enseñaba el idealista Hegel no parece estar muy de
acuerdo con la experiencia que vive Marx.
Experiencias sucesivas de la vida
política llevan a Marx a colocarse desde el punto de vista de los oprimidos, a
pensar desde la perspectiva del proletariado. Esta nueva perspectiva le
hará repensar sus anteriores convicciones idealistas y tantear posturas
acordes con el grupo humano desde el que piensa.
De él toma dos ideas claves:
. No es Dios el que
crea al hombre, sino éste es el que crea a Dios.
. La naturaleza está
antes que el espíritu, lo material antes que el pensamiento.
Pero enseguida advertirá que el
hombre de Feuerbach es algo de otro mundo que no tiene en cuenta la
importancia del trabajo. Lo mismo que su idea de naturaleza es vista como algo
muerto sin entender sus continuos cambios.
Marx reconoce el mérito del
idealista Hegel de haber sido el primero que vio la importancia del trabajo y
entendió que el hombre es producto de su trabajo.
Marx distingue:
- Hay un materialismo vulgar:
que reduce todo a átomos y moléculas que dan origen a todas las cosas. Reduce
la Historia a simples procesos biológicos, éstos se basan en cambios
químicos y en el fondo todo quedaría en movimientos de esos átomos. Así las
guerras serían movimientos musculares, procesos bioquímicos, danza de átomos.
- Pero él defiende un materialismo
histórico: considera que en los cambios que experimentamos a través de los
tiempos no importan tanto los átomos y las moléculas o las ideologías
como esa realidad viva que está en el fondo: "el hombre
trabajador".
Admitiendo átomos y biología en la
base de toda organización, considera que es el hombre trabajador la
auténtica base de los cambios históricos, sus formas de asociarse para
satisfacer sus necesidades y relacionarse con la naturaleza son las que
explican los procesos: Es una base material, más que los procesos invisibles de
los átomos. El trabajo es el punto en que se encuentran el hombre con el
hombre y el hombre con la naturaleza.
“El materialismo adopta el
punto de vista de la humanidad socializada por el trabajo: mientras las
relaciones sociales estén desgarradas y divididas el hombre estará
proyectado fuera de sí, desgarrado. No basta criticar la religión, hay
que echar abajo todas las relaciones humana en que el hombre es un ser
humillado, esclavizado, un ser abandonado, un ser despreciable". (Ver
Bloch, El principio esperanza, pág. 260).
b) Algunos conceptos claves del
materialismo histórico.
- Producción es
la forma en que los hombres proveen conjuntamente a su subsistencia.
Constituye, no sólo la diferencia esencial entre el hombre y el animal, sino
también la explicación última de los procesos históricos.
Las fuerzas
productivas (fuerza de trabajo humana e instrumentos de trabajo).
Las relaciones de
producción dependen del lugar que se ocupa en la división del
trabajo y apropiación del beneficio. Y esto da lugar a los distintos modos
de producción: de explotación o de colaboración.
- Estructura conjunto
de cosas interrelacionadas.
. La infraestructura es
la base real de la sociedad y se define por las relaciones entre los
propietarios de los medios de producción y los trabajadores.
. La superestructura
viene constituida por las distintas formas de la conciencia social.
Fundamentalmente por lo jurídico-político y lo ideológico.
La infraestructura es la que
determina en última instancia a las superestructuras. Es siempre la estructura
determinante pero no siempre la dominante: en Grecia dominaba la estructura
política, en la Edad Media la ideológica, hoy la económica. Pero siempre las
relaciones de producción han estado a la base.
- Clases sociales son
grupos sociales antagónicos, uno de los cuales se apropia del trabajo del otro,
a causa del lugar diferente que ocupan en la estructura económica de un modo de
producción determinado. La forma en que se relacionan con los medios de
producción determina ese lugar. En la sociedad capitalista hay una clase que
posee los medios de producción y otra que, al no poseerlos, debe trabajar
para la primera si quiere acceder a los medios de su subsistencia.
La lucha de clases es el
enfrentamiento de clases antagónicas por sus intereses. Se da tanto a nivel
económico (mejoras salariales) como ideológico y político.
La sociedad sin clases es el ideal
de la sociedad marxista. Pero antes habrá de pasar por esta lucha que imponga
la dictadura del proletariado y finalmente la supresión de éste como clase.
Serán las clases sociales los
sujetos que con sus antagonismos irán haciendo la historia. Y en particular
será la clase obrera, la clase que ve la realidad desde un total espojamiento,
la que encarne con pleno derecho los ideales emancipatorios de la humanidad.
3. ALIENACIÓN (Ver: MARX, Manuscritos. MARCUSE, Razón
y revolución)
Alienación significa proyección al exterior de algo que se lleva
dentro, así el artesano se proyecta o enajena en su obra.
La alienación para Marx tiene un
carácter negativo, consiste en verse privado no sólo de tu propia obra sino
también de tu propio pensamiento.
Así lo dice la copla:
Pero soltarme las
manos
pero qué habré jecho
yo
quitarme el pan que yo
gano
y quitarme la razón.
Pero mientras Feuerbach sólo se fija en
la alienación religiosa, extrañamiento del hombre en un más allá
que le impide realizarse aquí abajo; [1]
Marx considera que se da una alienación
económica que es la que hace que la exteriorización se vuelva contra
el hombre. El trabajo está alienado, el hombre no se reconoce en su
propio producto y su labor se convierte en una fuerza enemiga.
a) Relación obrero-producto:
+ Cuanto
más trabaja el obrero, más poder adquiere el capital y menos medios tiene el
obrero para apropiarse de su producto
+ El
trabajo es víctima del poder que él mismo genera.
+ El
producto es una entidad ajena, una fuerza que se ha hecho independiente de su
productor y se vuelve contra él esclavizándolo.
b) Relación obrero-actividad.
+ El
obrero, alienado de su producto, es alienado de sí mismo.
+ El
trabajo que debería ser medio de autorrealización del
hombre, de desarrollo pleno de sus potencialidades; en
su forma actual es medio de autonegación, contradice la esencia del hombre,
mortifica el cuerpo y arruina el espíritu.
+ El
obrero se siente consigo cuando no trabaja y separado de sí cuando trabaja. Se
siente libre en sus funciones animales: comer, beber, procrear... Es como un
animal en su función más humana: en el trabajo.
c) El resultado de la alienación es
el deterioro de las relaciones humanas.
+ La
separación entre el trabajo y su objeto lleva consigo la separación del hombre
con el hombre: los hombres aislados y enfrentados entre sí se relacionan a
través de los bienes que intercambian y no a través de sus personas.
+ Sólo
cuentan las cosas en la sociedad capitalista, hay un culto a la mercancía: no
se dan relaciones personales entre hombres sino relaciones objetivas entre
cosas; esto hace que se presenten las relaciones sociales como relaciones
objetivas sin contenido humano desconectadas de su origen y sin posibilidad de
plantear su modificación.
4. LA PRÁCTICA Y LA TEORÍA.
Teoría que significa conocimiento puro, mera consideración
contemplativa.
Marx dice “Hasta ahora los filósofos
se han limitado a contemplar el mundo, de lo que se trata es de transformarlo”
Lo primero que se supone es que el
mundo puede ser transformado y que no está ya acabado tal como está.
Derkovits
Gyula
|
Marx asume la perspectiva del que se
siente parte activa en los cambios, del que se siente artífice en las
transformaciones sociales e históricas, del hombre trabajador y del
revolucionario. Sólo se conoce lo que de alguna manera se transforma.
En Marx teoría y praxis están en
constante reciprocidad: la praxis presupone teoría y alumbra la teoría nueva
que necesita para seguir.
El pensamiento cobra valor cuanto
orientado a la praxis; la praxis cobra valor cuanto criterio último de verdad
de la teoría. Pues el pensamiento sin sentimiento cae en la teoría abstracta y
el sentimiento sin pensamiento cae en el misticismo (Tesis 8).
"El sentimiento del amor que no
está él mismo iluminado por el conocimiento cierra precisamente el paso a la
acción de ayuda para la que querría ponerse en marcha; se satura harto
fácilmente de su propia excelencia, se convierte en la vaporosidad de una nueva
autoconciencia aparentemente activa" (Bloch 267-8)
La praxis, tanto la técnica como la
política, se considera, como testimonio de que la teoría es concreta, o sea,
funciona.
Conocer y modificar han de entenderse como ampliación lo uno
de lo otro y no como oposición. La filosofía no se supera sin realizarla en
contra de lo que creen los pragmáticos, pero en la medida que se realiza se
supera en contra de lo que creen los teóricos.
El fallo de Marx, según Habermas, es
haber reducido sus análisis sociales y su sentido de la praxis a los aspectos
económicos dejando de lado otros aspectos de la persona, así la práctica
comunicativa o del diálogo, que abarca todos los campos de la realidad:
nuestras relaciones con las cosas y con los otros y con las normas que
acordamos de forma conjunta.
Habermas propone tomar como práctica
social clave de la solidaridad la que se establece en la intercomunicación:
"la relación intersubjetiva de individuos que se reconocen recíprocamente".
5. LA CRÍTICA A LAS IDEOLOGÍAS
a) El contexto.
La noción marxista de
ideología está íntimamente relacionada con la visión materialista de
la historia y la teoría de la alienación.
En efecto, si la realidad
histórica está determinada por su infraestructura integrada por las fuerzas de
trabajo y las relaciones de producción, y dichas relaciones en el modo de
producción capitalista se caracterizan por la situación de alienación en que viven
las masas que no poseen los medios de producción, ¿qué es lo que impide que el
trabajador se apodere del fruto de su trabajo y así supere la contradicción de
una sociedad desgarrada en clases antagónicas?
Naturalmente lo que lo
impide son las superestructuras políticas que mantienen el aparato represor del
estado en manos de la clase dominante, pero también las superestructuras
ideológicas que desarrollan una visión invertida de la realidad justificando el
dominio de las clases que detentan el poder. Es la situación que resume de
forma caricaturesca el dicho del conde al obispo: "Manténgalos tontos para
que me obedezcan, que yo me encargaré
de mantenerlos pobres para que le crean".
Es éste el sentido negativo de la noción de ideología desarrollado
por Marx y Engels en La Ideología
alemana.
b) La noción
La noción de
ideología, en general, no tiene por qué tener un carácter negativo,
es más bien un conjunto de ideas o
representaciones que un grupo tiene de sí mismo, de sus relaciones entre sí y
con el mundo y de su lugar en la historia.
Pero, como quiera que cada
grupo piensa desde su situación en la producción, la ideología adquiere un carácter negativo y
encubridor al presentarse como tal sólo las visión del mundo de la clase social
dominante, ignorando, consciente o
inconscientemente, su relación con el
proceso productivo y la función que de hecho cumple en el mantenimiento de las
situaciones históricas dadas.
En este sentido puede definirse en palabras de Bloch: "Suma de representaciones con las cuales
una sociedad se ha justificado y aureolado
con la ayuda de la falsa
conciencia" ( El principio
esperanza, Aguilar, 1977, I, pg. 143).
c) Precisiones sobre el concepto de ideología
- Una tesis clave en el pensamiento marxista es que pensamos desde una situación concreta,
que lo que piensa el hombre es producto de la sociedad en que vive. Su
conciencia refleja las formas de vida social,
las relaciones sociales.
- Por otra parte, toda clase que toma el poder se ve obligada, para sacar adelante los fines que
persigue, a presentar su propio interés como interés común
de todos los miembros de la sociedad,
a presentar sus ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia
absoluta
- Y una vez instalada en el poder la clase dominante, no
sólo controla los medios para la producción material, sino también los medios para la producción espiritual,
lo que hace que se les sometan las ideas de quienes carecen de los medios
necesarios para producir espiritualmente. Por esto, en la sociedad escindida en
clases, la ideología tiene un carácter
negativo en cuanto enmascara la
dominación.
- Los contenidos ideológicos de la conciencia ( religión, moral,
política, literatura...) no
tienen entidad propia, no constituyen
una sustancia por sí, ni tienen su propia historia o su propio desarrollo a
pesar de que la "conciencia ideológica" se figure las ideas como
entidades con sus propias leyes,
desarrollos y dotadas de realidad sustancial. "Para mí - dice Marx
- lo ideal no es más que lo material traducido y traspuesto a la cabeza del
hombre".
- En definitiva, la función
de la ideología no es otra que tratar de disfrazar, sublimar y ocultar la situación de
alienación de la sociedad de clases.
Sólo una praxis ético-política
adecuada hace posible una forma de conocimiento superador de ideologías.
6. LA RELACIÓN HOMBRE - MUJER
Nos limitamos a citar un párrafo de su
obra Manuscritos: Economía y filosofía. Ed. Alianza
1974. Págs. 140-142.
“La relación inmediata, natural y necesaria
del hombre con el hombre, es la relación del hombre con la mujer.
En esta relación natural de
los géneros, la relación del hombre con la naturaleza es inmediatamente su
relación con el hombre, del mismo modo que la relación con el hombre es
inmediatamente su relación con la naturaleza, su propia determinación natural.
En esta relación se evidencia, pues,
de manera sensible, reducida a un hecho visible,
en qué medida la esencia humana se ha convertido para el hombre en naturaleza o
en qué medida la naturaleza se ha convertido en esencia humana del hombre.
Con esta relación se puede juzgar el
grado de cultura del hombre en su totalidad. Del carácter de esta relación se
deduce la medida en que el hombre se ha convertido en ser genérico, en hombre, y
se ha comprendido como tal; la relación del hombre con la mujer es la
relación más natural del hombre con el hombre. En ella se
muestra en qué medida la conducta natural del hombre se ha
hecho humana o en qué medida su naturaleza humana se
ha hecho para él naturaleza.”
Podría decirse que
para Marx la forma de relacionarse el hombre y la mujer es la mejor medida de
la cultura de un pueblo.
[1] El ateísmo
clásico (Feuerbach) creía que con la muerte de dios se liberaba al hombre, al
reapropiarse su esencia alienada en el ídolo de lo divino. Pero el ateísmo
contemporáneo (Nietzsche) piensa que con la muerte de dios no hay
reapropiación: negar a dios no supone afirmar al hombre: ni uno ni otro, ningún
fundamento.
BIBLIOGRAFÍA
Marcuse, Herber, Razón y
revolución. Alianza 1976.
Ernest Bloch, El Principio Esperanza.
Aguilar, l977, T. I.
Girardi, Giulio Marxismo y cristianismo. Taurus, 1977
[1]
Son los movimientos obreros, que estallan en la parte más débil de la
economía capitalista, en la Rusia de 1917 a la que el capitalismo le pondrá
cerco.
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